Más de la mitad de las personas que compran una sartén, terminan desencantados con el modelo elegido. Unas veces, se dan cuenta nada más sacarlas del embalaje que se han equivocado. Otras veces, tras unos cuantos días de usarlas en la cocina.

¿Por qué ocurre esto?
Está claro que hay cientos de marcas y modelos entre los que elegir. El rango de precios es muy amplio, y no siempre la sartén mas cara es la mejor.
Influye el tipo de fuego que tengas en tu cocina, lo que pienses cocinar y quién va a usar la sartén.
No es lo mismo hacer una simple tortilla francesa que un chuletón de buey de medio kilo.
¿Existe la sartén perfecta?
Todas las sartenes tienen algún inconveniente. Si no es el peso es el precio. Las que no se pegan, muchas veces se abomban y las más baratas, terminan saliendo caras a medio plazo.
Sin embargo, si tomas nota de los errores más frecuentes que se cometen al comprar una sartén, tal vez logres equipar tu cocina con las 2 o 3 sartenes que realmente necesitas.
Contenidos
- 1 Error nº 1: es una buena sartén, pero pesa demasiado
- 2 Error nº2: la sartén no tiene el tamaño y altura adecuados
- 3 Error nº3: la sartén se abomba
- 4 Error Nº 4: la sartén va lenta (o no va) en cocinas de inducción
- 5 Error Nº 5: La sartén se pega ¿no era antiadherente?
- 6 Error Nº 6: ¿No era una sartén sin Teflón?
- 7 Error Nº 7: no tener en cuenta el mango de la sartén
- 8 Error Nº 8: las opiniones ¿No decían que eran muy buenas sartenes?
- 9 Error Nº 9: La sartén es difícil de limpiar, hay que curarla o tener demasiados cuidados
- 10 Error Nº 10: te equivocas de marca de sartenes
Error nº 1: es una buena sartén, pero pesa demasiado
Darle fácilmente la vuelta a una tortilla de patatas de 8 huevos en una sartén pesada está al alcance de muy pocos.
Hay quien decide invertir en una buena sartén. Busca materiales de calidad, para que le dure toda la vida. A fin de cuentas, una sartén de calidad es una buena inversión que se rentabiliza tanto en salud como en dinero.
El problema es que las sartenes de calidad son más pesadas que las más baratas.
Mientras que una sartén de acero inoxidable o de aluminio fundido puede pesar más de 2 kilos, una de aluminio estampado (capa más fina de aluminio), se puede quedar en menos de la mitad.
El peso puede ser clave a la hora darle la vuelta a una tortilla de patatas, pero también cuando se manipula la sartén cuando está llena. Sobre todo va a depender de quién use la sartén.
Las sartenes baratas son más ligeras porque están fabricadas con una capa más fina de aluminio.
Siempre viene bien tener una sartén ligera, aunque sea barata y se dedique exclusivamente para hacer tortillas de patatas o similar
Error nº2: la sartén no tiene el tamaño y altura adecuados
Cuando te dicen el diámetro de una sartén, se refiere al de la parte superior, y no a la base que está en contacto con la fuente de calor.
Mucha gente piensa que el diámetro es el de los fogones.
La mayoría de las sartenes tienen las paredes inclinadas. Una sartén de 28 cm en la parte superior, puede ser de 21 cm. en la base, con lo cual la diferencia es más que notable.
Este problema puede tener varias consecuencias:
- Gasto inútil en energía – Si la cocina es de vitrocerámica, la base de la sartén no cubre todo el diámetro del fogón
- El calor no se distribuye homogéneamente – si la sartén es demasiado grande, puede que no llegue el calor por igual a todos los ingredientes.
Respecto al tamaño y dimensiones, hay que tener en cuenta otras cuestiones:
- La altura – si piensas usarla en todo tipo de recetas, te interesa que sea más alta, porque así vas a poder hacer guisos o freír con abundante aceite (patatas o croquetas, por ejemplo)
- El diámetro – si es muy grande, puede que el mango no resista el peso de la sartén con la comida dentro. Suele ocurrir en sartenes de baja calidad.
Una sartén demasiado grande, tiene la ventaja de que sirve para todo, sin embargo, también tiene inconvenientes
Error nº3: la sartén se abomba
Para sellar bien una carne, es necesario poner la sartén a muy altas temperaturas. Es un reto que no superan todas las sartenes.
En una placa de inducción, el calor puede llegar a niveles muy elevados, y la sartén termina por deformarse al no ser de un material muy consistente.
Si piensas usar la sartén para hacer carnes a muy alta temperatura, debes tener en cuenta el material del que está hecha la sartén.
El acero inoxidable, el hierro fundido o un aluminio fundido de buen grosor, van a resistir mejor que sartenes de aluminio prensado o forjado.
El aluminio forjado es una fina capa de aluminio al que se le da forma de sartén metiéndolo en una prensa. No se emplea calor, y al ser tan fino, tiende a deformarse.
El aluminio forjado es similar al anterior, pero se emplea calor, lo que permite que la lámina sea más gruesa.
El aluminio fundido, como su nombre indica, se derrite y se vuelca en un molde con forma de sartén, que al enfriarse logra una gran resistencia. Igual que ocurre con el acero o el hierro.
Al ser fundición, el fabricante puede hacer la sartén tan gruesa como quiera. en teoría, no tiene casi límites.
La solución es comprar una sartén de calidad si piensa usarla a altas temperaturas. De otra forma, vas a necesitar muchas sartenes si quieres seguir disfrutando de una carne bien hecha por fuera y jugosa por dentro.
Error Nº 4: la sartén va lenta (o no va) en cocinas de inducción
La paella no hace chup chup, y sólo se calienta por la parte central, quedando cocinada a medias.
Pese a que te indiquen que la sartén vale para cocinas de inducción, esto no siempre ocurre.
En unos casos, ni siquiera funciona, mientras que en otros lo hace a medias.
La cocina de inducción sirve para ahorrar energía, ya que sólo calienta la parte que entra en contacto con la sartén. Si el fondo de la sartén no tiene acero inoxidable, acero esmaltado o hierro fundido, no va a funcionar.
La inducción genera un campo magnético que al entrar en contacto con un recipiente metálico ferromagnético, hace que se caliente, y ese calor pase a los alimentos.
En las sartenes de aluminio, que son un porcentaje importante, el fabricante debe colocar una base ferromagnética para que la placa de inducción las detecte.
Si te dicen que es compatible con cocinas de inducción, es porque es cierto. Sin embargo, en la práctica, los resultados no siempre son satisfactorios.
Una sartén de acero inoxidable, o de hierro fundido, te asegura al 100% la compatibilidad. También las de aluminio de gama alta que tengan una buena base difusora compatible.
Que la sartén tenga un buen fondo difusor es importante a la hora de cocinar para que no se haga más una parte de la receta que otra.
Error Nº 5: La sartén se pega ¿no era antiadherente?
Una sartén antiadherente tiene muchas ventajas. Al no pegarse los alimentos, no tienes que poner mucho aceite, y son más fáciles de limpiar.
Las sartenes antiadherentes se adaptan perfectamente al estilo de vida actual. No hay tiempo de cocinar, y mucho menos de limpiar, y se busca que la cocina sea sana y ligera.
Sin embargo, el mundo de los recubrimientos antiadherentes es muy complejo. Hay muchos tipos de revestimientos, muchos de los cuáles no están a la altura de las expectativas.
Hay sartenes que se pegan desde el primer día, mientras que otras pierden el revestimiento demasiado rápido.
Las mejores sartenes antiadherentes llevan partículas de titanio como refuerzo.
Error Nº 6: ¿No era una sartén sin Teflón?
Buscas lo mejor para ti y para tu familia. Has oído que el Teflón no es saludable, que lo que se desprende y se mezcla con los alimentos es cancerígeno, o que desprende gases tóxicos.
Sartenes de Teflón se siguen fabricando y lo van a seguir haciendo. Se ha comprobado que no implica riesgo para la salud.
Aparte, el Teflón sólo es una marca comercial de un revestimiento que incluye PTFE.
El PTFE está presente en la mayoría de los recubrimientos antiadherentes de las sartenes, ya sean de titanio, o con efecto piedra.
Puede que estés evitando comprar una sartén de Teflón y en realidad lo estás comprando con otro nombre.
Si quieres elegir la sartén antiadherente que no te defraude, te recomiendo el siguiente artículo:

Error Nº 7: no tener en cuenta el mango de la sartén
Hay tantas cosa que mirar antes de comprar una sartén (el diámetro, el peso, el antiadherente, el material de la sartén, si vale para inducción) que puedes pasar por alto un detalle muy importante.
Aparentemente, el mango de la sartén no tiene mucho misterio. A simple vista, parece que va a cumplir bien con su función. Es cómodo de agarrar, no quema y parece consistente.
Sin embargo, los problemas pueden aparecer en poco tiempo:
El tornillo se suelta y te obliga a apretarlo contínuamente.
Aparece cierta holgura que te hace desconfiar de la sartén y de que no se vaya a caer un día todo al suelo.
Las sartenes tienen distintos tipos de mangos:
Por el material pueden ser:
- baquelita – son los más básicos
- acero inoxidable – son resistentes y duraderos
- Fijo – forma parte del cuerpo de la sartén con el que forma una unidad
- Desmontable – se puede extraer para meter la sartén al horno o para guardarla sin que ocupe espacio
Según el diámetro, tamaño y peso de la sartén, vas a necesitar un mango más o menos resistente. Hay sartenes que no están equilibradas con el mango si se llenan de alimentos.
Error Nº 8: las opiniones ¿No decían que eran muy buenas sartenes?
Orientarse por las opiniones de otros usuarios es una buena idea. Sin embargo, no siempre te van a llevar a comprar la sartén que necesitas.
Hay opiniones que no te sirven por varios motivos:
El uso que hace cada uno de la misma sartén
No siempre se dice con qué frecuencia se usa la sartén, para qué tipo de recetas, con qué tipo de fuego se emplea y a qué temperatura se precalienta la sartén.
Tampoco te indican cómo la limpian, si la meten en el lavavajillas o si la lavan con el máximo cuidado.
Las campañas de marketing engañosas
Hoy no hay artículo que no tenga su campaña de marketing. Sin embargo, no todas son tan «limpias» como otras.
Hay sartenes que tienen muchas opiniones muy positivas en muy poco tiempo. Parece que van a revolucionar las cocinas. Además, son demasiado baratas para el precio que tienen, y no son de una marca conocida.
El problema es que las compras, y puede ser que tras unos meses de uso, y cuando has comprobado por tí mismo lo malas que son, ya no hay sitio donde dejar la opinión porque las han retirado de la venta. Ya no las encuentras en la tienda on line donde las compraste.
Error Nº 9: La sartén es difícil de limpiar, hay que curarla o tener demasiados cuidados
Hay sartenes que no necesitan prácticamente cuidados, que se pueden lavar con el lavavajillas sin más complicaciones.
No hay que curarlas ni nada por el estilo.
En cambio, hay sartenes, como las de hierro fundido, que necesitan de un proceso de curado para que la sartén no se oxide ni se peguen los alimentos.
Otras sartenes, como las antiadherentes, no es recomendable meterlas en el lavavajillas porque pierden la capa antiadherente, pese a que el fabricante afirme lo contrario. Sin embargo, se limpian prácticamente con una servilleta, mientras que otras se suelen pegar más y hay que dedicarle más tiempo y esfuerzo.
Compra una sartén que se adapte a tu estilo de vida. Si no te gusta perder el tiempo, ve a lo más fácil y elige una sartén que no te obligue a cuidarla y dedicarle más tiempo del que tienes disponible.
Error Nº 10: te equivocas de marca de sartenes
Al final la sartén estaba fabricada en China. Pese a que es una marca de «toda la vida», le das la vuelta a la sartén y ves un «made in china» en letras bien grandes.
Que esté fabricada en China no quiere decir que la sartén sea mala. El problema es que compres pensando que se fabrica en España, Francia, Alemania o Suiza.
Elegir bien la marca es importante, porque te aseguras una calidad, aunque hay que saber bien las características del modelo concreto de sartén.
Cada marca tiene varias gamas, y no todas responden a las mismas expectativas.
Hay marcas muy conocidas, que ya no son lo que eran, y que ahora sólo mantienen el logotipo, pero han cambiado de propietarios.
No se fabrican donde lo hacían antes, y la calidad que les dió la fama ya no es la misma. Pese a toda son buenas opciones siempre y cuando tengan una relación calidad precio ajustada.
Como pasa con los coches, las marcas alemanas destacan por sus sartenes. Son más caras, pero su precio se justifica en la mayoría de las situaciones.
Por suerte, hay muchas marcas españolas con una gran relación calidad precio, y con sartenes que cumplen de sobra con lo que se espera.
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